Después de una campaña electoral polarizada donde la Troika agitó el "fantasma del caos", Syriza ganó las elecciones. Se expresó un masivo descontento social con los partidos del régimen, el conservador Nueva Democracia y el socialdemócrata Pasok, que descargaron la crisis sobre los trabajadores y el pueblo. En los años previos, los trabajadores griegos protagonizaron más de 30 huelgas generales, ocupaciones y manifestaciones.
Tsipras pacta con los nacionalistas de derecha de Anel un gobierno común. Les otorga el ministerio de defensa. Anel tiene una estrecha relación con la Iglesia Ortodoxa griega y un discurso xenófobo.
Primera capitulación de Syriza ante el Eurogrupo: en el acuerdo del 20 de febrero se compromete a no tomar "medidas unilaterales" sin la aprobación de la Troika. Es el punto de partida de unas "negociaciones" donde Syriza acumula concesiones mientras el Eurogrupo y la Troika lanzan ultimatums y chantajes.
El referendum polariza al pueblo griego. Trabajadores y sectores populares hacen campaña por el OXI (NO). Merkel, la UE y las patronales llaman a apoyar el SI. Tsipras sostiene una polítca ambigüa. El 5 de julio triunfa el OXI por más del 61% de los votos, rechazando la propuesta de la Troika. Al día siguiente renuncia Varoufakis, ministro de Finanzas y Tsipras convierte el "NO" en "SI".
A tan solo seis meses de llegar al gobierno, Syriza acepta el tercer memorandum de la Troika: privatizaciones y recortes al pueblo griego. El gobierno "anti austeridad" se transforma en el gobierno del pacto con la Troika, que va a reducir pensiones y seguir descargando la crisis en el pueblo griego. Poco después Tsipras expulsa a los sectores críticos de Syriza. La política de confianza en las instituciones de la Unión Europea y la estrategia reformista de Syriza muestran su fracaso.
"Un león que ha defendido a su gente, un león que ha dado la cara por Grecia". Son las palabras de Pablo Iglesias, líder de Podemos, en Atenas. Justifica la firma del memorándum con la Troika y la política de Syriza.
En un clima de desconcierto y decepción en grandes sectores de trabajadores y la juventud, el 21 de septiembre Alexis Tsipras vuelve a ganar las elecciones y se forma gobierno de coalición entre Syriza y Anel.
Decenas de miles de hombres, mujeres y niños emprenden un viaje desesperado hacia Europa fortaleza. Las rutas migratorias cruzan las islas griegas. Las muertes en naufragios en el mar son moneda corriente. Frente a la xenofobia o el racismo, movimientos solidarios crecen en Europa.
El sindicato de trabajadores de los puertos de Grecia llevó a cabo una huelga de 24 horas en contra de la privatización. La corriente sindical PAME realizó manifestaciones importantes en todo el país contra los recortes de Syriza-Anel. La federación denuncia que el Gobierno de Alexis Tsipras "en un principio trajo grandes esperanzas sobre la evolución de los puertos, la privatización y cuestiones generales como las relaciones laborales, pero muy pronto las expectativas y las esperanzas se frustraron".
Los sindicatos del sector privado GSEE y del sector público, ADEDY, convocan a la primera huelga general bajo el gobierno de Syriza. Miles de griegos se manifiestan en la Plaza Sintagma contra los ajustes propuestos por Alexis Tsipras. Uno de los blancos centrales de la protesta son las reformas al sistema de pensiones, que implican un aumento de la edad de retiro y recortes en los montos percibidos. Los sindicatos cuestionan que con el nuevo paquete de medidas habrá que trabajar hasta después de los 67 años para poder jubilarse.
